Si, como nos reveló en Mediterráneo, la niñez de Serrat sigue jugando en su playa, la de Ana Belén, sin ninguna duda, sigue en la calle del Oso de Madrid, donde nació y se crio. Esta cantante y actriz que, como dijo con cariño Berta Riaza, «nació con una florecita en el culo» porque tiene estrella y todo lo hace bien, acaba de recibir el premio honorífico del 29º Festival de Cine de Madrid. Hoy que su ciudad le rinde homenaje, quiero contaros cómo buena parte de la carrera de Ana Belén se debe al carácter que forjó de niña en aquella humilde calle de Lavapiés.
SU INFANCIA EN LAVAPIÉS
Pilar Cuesta -su auténtico nombre- nació el 27 de mayo de 1951 en el número 11 de la calle del Oso de Madrid, en un barrio céntrico de clase obrera. Sus padres eran Pilar Acosta, portera de la finca, y Fermín Cuesta, cocinero del lujoso hotel Palace. Además de vivir con sus hermanos Julio y Eugenia, en el piso, de pocos metros cuadrados, residían sus tíos y su prima.
Casa natal de Ana Belén, en primer plano a la izquierda
Si bien la guerra civil queda lejos, la niña escucha en casa historias familiares del 36, como la muerte de su abuelo paterno republicano en la cárcel, tras la denuncia de un cura. O cómo su madre pasó toda la guerra en la Toja por accidente, ya que se encontraba allí en una colonia de niños de vacaciones cuando estalló el conflicto. Cuando pudo regresar al final de la guerra -ya con dieciséis años y convertida en mujer-, la abuela materna apenas la reconoció en la estación del Norte.
Ana Belén recuerda la vaquería de Mesón de Paredes donde le mandaban a comprar leche: «Tengo ese olor metido y me acuerdo perfectamente. Vivíamos en el barrio más barrio, más pequeño, y con las casas más insalubres del mundo. No pasaban coches apenas y los tres hermanos salíamos mucho a pasear la calle de la mano de mi madre. Decía: “Vamos a buscar a papá”, y dábamos una vuelta por el paseo del Prado para recoger a mi padre en el hotel Palace. Esa costumbre de callejear me ha acompañado ya durante toda la vida».
En esas caminatas por la ciudad, Ana Belén pasaba frecuentemente por la Puerta de Alcalá, cuando iba a Las Ventas para ver los espectáculos del bombero torero. Aún no sabía que ella inmortalizaría este castizo monumento en una canción ya emblemática no solo para la ciudad, sino para toda la sociedad española.
De pequeña, Ana Belén se aficionó a pasear por la ciudad. En sus redes sociales sube con frecuencia fotografías de sus caminatas urbanas.
LOS COMIENZOS MUSICALES DE ANA BELÉN
Buena parte del entretenimiento de aquella familia de Lavapiés era, como en tantas casas de España, reunirse en el salón alrededor de la radio. La pequeña Ana Belén, con diez años, tenía una bonita voz y canturreaba los temas de moda de la época. Se presentó al programa Vale todo de Radio España, y el presentador, Bobby Deglané, lo clavó al presentarla a los oyentes de la siguiente forma: «Mírenla, hija de una portera y parece que su madre fuera la duquesa de Alba».
Tras este debut en la radio, Ana Belén adquirió una gran popularidad… en el microcosmos de la calle del Oso. La experiencia con la música podría haberse quedado aquí, pero esa «florecita en el culo» que hemos mencionado y la solidaridad de los vecinos hizo que en el número 12 de la calle viviera un profesor de piano, Luis Estebarena, miembro de la Orquesta de RNE. Él impartió clases de solfeo y de piano a la niña durante un año, en muchas ocasiones de forma desinteresada. Vio que Ana Belén tenía talento, y desarrolló sus primeras aptitudes con una formación con la que la niña, de otra forma, quizás no hubiera prosperado en el mundo de la música.
LOS COMIENZOS DE ANA BELÉN EN EL CINE
Tras su éxito en el concurso radiofónico, Ana Belén comenzó a cantar todas las mañanas antes de ir al colegio en Radio Madrid, en su sede en el número 32 de la Gran Vía. Fue allí donde se fijaron en ella los productores de Zampo y yo, que buscaban una niña prodigio cantante y actriz para relevar a Rocío Dúrcal, que ya se había convertido en una mujer.
Bautizaron a Pilar Cuesta como Ana Belén -en un principio se pensó en María José como nombre artístico, porque sonaba a niña bien- y le ofrecieron su primera película, compartiendo pantalla con el mítico Fernando Rey. Con el sueldo que recibió, ya con quince años, la familia entera pudo mudarse a la calle Altamirano, un barrio mucho más pudiente cerca de la distinguida Rosales. Sin embargo, la película fue un fracaso comercial y los productores rompieron el contrato de tres películas más que habían firmado con Ana, por lo que los Cuesta Acosta tuvieron que mudarse otra vez, ahora a la calle San Maximiliano en la zona de La Elipa.
Sin embargo, «la florecita en el culo» de Ana Belén volvió a actuar, y aquel fracaso en el cine se convirtió en un auténtico golpe de suerte. En vez de convertirse en un juguete roto del cine español como en cierta forma fueron Marisol o Joselito, el destino tenía preparado para ella una trayectoria larga y fecunda.
ANA BELÉN Y EL TEATRO ESPAÑOL
Durante el rodaje de Zampo y yo, el figurinista, que era el director Miguel Narros, se fijó en Ana Belén, y le dijo que si realmente quería ser una verdadera actriz, tenía que formarse, y le propuso estudiar en su Teatro Estudio, en el número 32 de la calle Barquillo.
En los años sesenta nombran a Narros director del Teatro Español, que por entonces cumplía el papel que ahora ocupa la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y pone a sus actores, Ana Belén incluida, a representar obras de Cervantes, Shakespeare, Lope de Vega, Molière o Zorrilla.
El teatro contribuirá a formar a Ana Belén no solo como actriz, sino también como persona y ciudadana: «La gente del teatro se convirtió en mi familia porque me pasaba el día con ellos. Y no solo eso, sino que en aquel periodo empecé a tomar conciencia de muchas cosas. Temas políticos, que hasta entonces se comentaban en mi casa a media voz como el republicanismo de mi abuelo, toman cuerpo en las discusiones, en las conversaciones de la compañía. Te planteas ¿Qué pasa en este país?, ¿esto qué es? Hasta que un día llega una actriz, te pasa un manifiesto de apoyo a una huelga de obreros para que lo leas y te dice que, si estás de acuerdo, lo firmes. Yo no pude ir a la universidad, pero el teatro fue mi universidad.»
Ana Belén fue militante comunista desde 1974 a 1982, y la llegaron a apodar la sonrisa del PCE.
Puede que Berta Riaza tenga razón y efectivamente Ana Belén tenga mucha suerte, pero no es menos cierto que la suerte siempre le ha pillado trabajando. Mientras actuaba en el Teatro Español, el director Roberto Bodegas quedó deslumbrado por su trabajo y le ofreció uno de los papeles protagonistas de la que será su segunda película, Españolas en París (1970).
Incluso el amor lo ha encontrado Ana Belén a través del trabajo, ya que conoció a Víctor Manuel en una gira teatral en Galicia, cuando los presentó la actriz Trini Alonso con Julio Iglesias como testigo de excepción. Volvieron a coincidir por motivos profesionales en Mieres, y Ana Belén fue a verlo actuar al Florida Park en 1971, momento en el que «se le aflojó todo». Pero no fue hasta que coincidieron en el rodaje de la película Morbo (1971) cuando surgió la química entre los dos, de nuevo en el trabajo.
EL PROYECTO VITAL DE ANA BELÉN
Ana Belén dirigió su primera y única película en 1991, Cómo ser mujer y no morir en el intento. Pocos saben que en su ánimo está levantar un proyecto cinematográfico inspirado en su infancia en la calle del Oso, en ese Madrid de los años cincuenta en el que la radio era el centro de todo, y gracias a la cual ella pudo cumplir sus sueños. Su referente sería Días de cine, de Woody Allen.
Y es que Ana Belén sabe todo lo que le debe a esa calle que simboliza su infancia y a sus orígenes, y siempre ha sido consecuente y sincera consigo misma. Su personaje en Libertarias puede ser muy distinto a ella, pero la película narra una historia sobre la guerra que le resulta conocida y cercana. Ha seguido interpretando a los clásicos tanto en las tablas (Fedra, Electra, Medea) como en la pequeña pantalla (Fortunata y Jacinta) y la grande (La casa de Bernarda Alba). Y ha cantado a los grandes poetas, poniendo voz a los versos de Nicolás Guillén (La muralla), Alberti (La paloma) o Lorca. Por supuesto, también ha cantado a su calle del Oso, en este tema que le compuso Víctor Manuel y que dio título a su segundo álbum.
Los padres de Ana Belén y su entorno (su vecino pianista, Miguel Narros, sus compañeros de profesión…) supieron proteger a esa niña que soñaba con cantar, la inculcaron valores como la dignidad y el respeto -de ahí la separación que ha hecho la artista siempre entre su vida profesional y personal, que nunca ha vendido- y, sobre todo, la importancia del trabajo y el esfuerzo, el cual ha alimentado siempre su sólida vocación. Es inevitable pensar y hacer paralelismos con la infeliz infancia de Marisol, explotada por su descubridor y guiada únicamente por el beneficio económico, lejos de su Málaga natal, su familia y la gente que la quería. Si Pepa Flores hubiera tenido los padrinos correctos, seguro que su vocación artística no se hubiera apagado a los 37 años, cansada de un trabajo que no le hacía feliz.
Ana Belén es consciente de que su «florecita en el culo» se encuentra en una infancia feliz en la que sus padres le dejaron crecer con libertad y amor, y le enseñaron a rodearse bien y a guiarse por sus ideas y vocación antes que por el dinero o por intereses espurios. Ojalá todos los padres en el mundo sepan darle una calle del Oso a sus hijos que les pueda abrigar e iluminar toda la vida.
«Estos son mis orígenes, que para mí han representado una fuerza increíble, saber de dónde vengo, con quién me he educado, con quién he jugado en la calle, de quién me enamoraba, a quién le he hecho putadas. Todo eso lo hice en una época muy dura.»
«Quizá yo tenía una deuda con mis padres en el sentido de que podía llegar muy lejos en mi profesión sin renunciar a mis orígenes, sin avergonzarme de nada, sino todo lo contrario, con orgullo.»
ana belén
Para saber más sobre Ana Belén, te recomiendo leer su biografía Ana Belén. Desde mi libertad, escrita por Miguel Ángel Villena (La Esfera de los Libros, 2016), gracias a cuya información he podido elaborar este artículo.
Por último, os dejos con estos dos poemas que he escrito sobre Ana Belén y su carrera artística, ¡espero que os gusten!
Contamianabelén
Anabelenismo I
Es lo más parecido a una musa
nacional. Hay consenso y no me extraña.
Cayó en la pasión turca toda España
y abrimos la muralla tras su blusa.
Qué derroche de amor, cuánta locura
cuando entorna sus ojos cuando canta.
No es que sufra un orgasmo, es que le encanta
ser la mujer del piano que te cura.
De la calle del Oso a prodigiosa,
brilla su estrella desde los sesenta
a ahora. Vio pasar el tiempo bien,
como tu Puerta. ¡Ay, y cómo le sienta!
Solo le pido a Dios que sea diosa
para adorar por siempre a Ana Belén.
Anabelenismo II
Porque gente como ella no calló,
cayó la dictadura.
Su pecho fue el primero
que saltó la censura.
No es una hija de perra,
sino de una portera
gata de Lavapiés.
No se lava las manos:
tiene conciencia obrera.
No es la clásica moderna,
sino un clásico moderno
de nuestra cultura.
Dama del drama:
Fedra, Medea, Electra,
Adela y Fortunata,
lorquiana y galdosiana.
Genio y finura,
nos lía con su mata
de pelo de gitana a su figura.
De avispa es su cintura,
aguijón, su mirada,
perfecta dentadura,
bendita su diablura.
Se deja la piel entre las tablas
cuando encarna un personaje, cuando canta.
Pone toda su carne, desnuda el alma,
atraviesa traviesa la pantalla.
En la República de España, ella reina;
en la España laica es venerada.
Hace todo a derechas y es de izquierdas.
Eternamente joven aun anciana.
Su nombre de verdad es Pilar Cuesta,
para todos sus amigos solo Ana.

Ana Belén, lo máximo!!!
Un saludo cordial y afectuoso de Emilio Guzmán desde Santa Cruz – Bolivia 🇧🇴
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La película de Woody Allen se llama Días de Radio, 1987, y la cinta también del genio norteamericano qué habla del cine es La Rosa Púrpura del Cairo.
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Con todo cariño y admiración…. Bravo por ti querida Ana Belén. 👏👏👏👏👏
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En Lavapiés Mari Pili de si generación estábamos vinculados muchos niños y niñas entré las zanjas qué abría telefónica para cablear otros fuimos a las academias una era en la plaza de Lavapiés D.CARLOS y conseguir entradas en campo deL GAS , el fútbol y la lucha libre .
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He participado en varias películas u series yo soy de la Lavapiés,la corrala el mercado de San Fernando mesón de paredes ,el rastro de los domingo me emociono gracias Maripili o ANA BELÉN
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